Ero estaba harto de tener que aguantar todo el acoso continuo de sus compañeros durante todo el curso. Esta situación llegó hasta un punto en el que no podía aguantar más, así que decidió ahorcarse.
Al poco tiempo Ero se convirtió en un fantasma con ciertos poderes, el poder de mover objetos y apagar las luces. Este se aprovechó de aquellos privilegios y decidió vengarse de esas personas que más daño le hicieron durante el curso escolar.
Tras morir todas sus principales víctimas, Ero llega a su antigua clase y se encuentra con la clase medio vacía ya que él asesinó a cada uno de ellos.