Es un paso muy sencillo y no necesitas gran cosa, solo una falsa razón, la imaginación suficiente para crear tu propio mundo y la estupidez para dejarte encerrar por él. Jano ha hecho ese gesto, ha dado ese paso y ha cometido esa estupidez. Entonces su propio yo se convierte en una prisión. Él mismo, en presidiario y a su vez en su carcelero.