John es un agente en una comisaría de Florida, pero por suerte o por desgracia el panorama criminal parece estar de vacaciones. Por ende su vida se ha vuelto un bucle, aburrida, repetitiva y su vocación se está desmoronando. Pero un día llega David, uno de sus compañeros, a poner sobre la mesa un intrigante caso acerca de una serie de asesinatos. Juntos van a investigar una de las escenas del crimen cuando David observa un diminuto demonio salir del cadáver, tras acorralarlo descubre que el demonio era en realidad una representación de John. David asustado se gira y descubre a un John lúgubre y empoderado que se dispone a asesinarle. Seguido vemos un momento de lucidez en el que John sale del trance en el que estaba inmerso y se percata de su crimen. Sin embargo concluye la historia con David en su oficina nuevamente, investigando aún el caso del asesino serial. Entra por la puerta William, el sustituto de su difunto compañero, y John continua a ciegas por ese ciclo buscando huir de la monotonía.