¿Tenéis ganas de realizar una película para el concurso Participa Méliès y no queréis hacerla solos o solas en casa?
Podéis crear un cortometraje en grupo pero a distancia, sin necesidad de estar juntos o juntas.
¡Os lanzamos el reto de realizar un cortometraje con vuestro equipo, vuestras amistades, vuestra familia o cualquier grupo de personas con quienes queráis crearlo desde la lejanía!
Una historia coral, un elemento en común
El cine coral se construye con varias historias de personajes diferentes que acaban coincidiendo en el clímax de la película. Es decir, cada historia sigue un camino que acaba coincidiendo con los demás en algún momento, haciendo que el relato cobre otro sentido y que las tramas de unos personajes interfieran en las de los otros.
Se trata de un formato muy popular en películas de comedia romántica (Love Actually, El otro lado de la cama), pero encontraréis ejemplos en todo tipo de géneros cinematográficos (Pulp Fiction, Relatos salvajes, Los Vengadores, Criadas y señoras, Babel, sagas como las de El señor de los anillos o Star Wars, etc.). Seguro que habéis visto historias más o menos serias en las que varias personas desde distintos lugares combaten una amenaza común (visible o invisible), como en el caso de Gremlins, Mars Attacks! o Contagio.
Si queréis un reto divertido y con un guion simple, podéis jugar con elementos que van pasando de un plano a otro aportando continuidad a vuestra historia. Por ejemplo, un personaje puede tirar una pelota al aire y hacer que en el siguiente plano la pelota rebote en la cabeza del siguiente personaje, creando así una cadena de acciones enlazadas.
Solo tenéis que buscar un elemento que todos y todas tengáis en casa y que sea fácil de hacer (como una pelota de papel) o bien inventar un elemento fantástico e imaginároslo mientras actuáis (por ejemplo, un cartucho de dinamita con la mecha que se va consumiendo, bichos invasores…) y superponerlo después durante la edición.
La pantalla dentro de la pantalla
Los dispositivos de comunicación que tenemos al alcance también pueden ser nuestros aliados. Es un fenómeno que nos abre un montón de posibilidades para conectar personajes y espacios lejanos en un mismo lugar.
Podemos, por ejemplo, generar situaciones sorprendentes en forma de videoconferencias o videochats grupales.
Cada vez hay más cineastas que apuestan por estos recursos para contar sus historias.
https://www.youtube.com/watch?v=xLIM56NkjC4&list=PLRUvmbcLR7-6vVzEbgBcI6g-P2TdSvwJb&index=2&t=0s
Si queréis utilizar el formato multipantalla de los videochats, que está siendo cada vez más frecuente, tenéis dos opciones disponibles:
El cine es un medio con unas posibilidades creativas increíbles, entre las cuales el montaje cinematográfico.
Para enfrentarnos al reto de hacer cine coral en la distancia, lo primero que debemos tener en cuenta es que el montaje nos permite unir y relacionar escenas que se han grabado por separado. Por lo tanto, ¡el montaje es nuestro principal aliado!
Cada persona del grupo podrá grabar los planos que formen parte de su historia individual por su cuenta y luego podréis unirlos en el vídeo final, alternándolos cuando corresponda, para dar forma a vuestro cortometraje.
Para conocer las particularidades del montaje paralelo podéis profundizar en el montaje alterno, y en cómo crear una historia trepidante, aquí.
Antes de empezar a grabar, estableced en qué formato (horizontal, vertical) y con qué resolución (preferiblemente en HD) deben realizarse todos los vídeos. Tened en cuenta y pactad otros elementos que puedan tener una importancia vital para vuestro cortometraje, como, por ejemplo: el modo de actuar, la duración de las escenas y los elementos que habrá que tener en cuenta para dar continuidad, como época, estación del año (¿llevamos ropa de verano o de invierno?), hora del día… En definitiva, todo aquello que afecte al cortometraje y a su coherencia.
Una vez finalizado el cortometraje, os quedará solo inscribirlo en Participa Méliès.
¡No os olvidéis de incluir todos los nombres de los miembros del equipo que hayáis realizado el vídeo para que aparezcan publicados y podáis compartir también el éxito del cortometraje!
Como veis, a pesar de la distancia, tenemos un increíble abanico de posibilidades visuales y narrativas que, sin duda, ¡habrían fascinado a Méliès!
Ahora tenéis la oportunidad de imaginar de qué hubiese sido capaz él, incorporando sus trucajes y… ¡convertirlo en realidad!
¿Qué os parece?
Aceptáis el reto, ¿verdad?