Cómo crear los personajes: ¿Qué haría tu personaje si se quedase encerrado en un ascensor?

Si estáis trabajando en una historia para realizar un cortometraje, os proponemos un ejercicio muy sencillo de guion que os ayudará en el desarrollo de vuestros personajes.

Al escribir un guion es importante que los personajes que aparecen en él estén bien definidos. Eso implica concretar su carácter, sus emociones, su modo de actuar, los espacios donde habitan e incluso la ropa que llevan. Es decir, hay que hacer una buena caracterización para que sean verosímiles a ojos del público, que debe entender fácilmente por qué se comportan de determinada manera.

Si los personajes actúan en consonancia con su carácter, la historia tendrá sentido y estará justificada. Porque, aunque a veces no nos lo parezca, en el cine pocas cosas ocurren por casualidad. ¡Siempre hay un porqué!

A continuación os ofrecemos una pequeña ayuda para que conozcáis mejor a vuestros personajes (especialmente a los protagonistas) y podáis añadirles matices.

El ejercicio consiste en imaginar a vuestro personaje encerrado en un ascensor y dar respuesta a las siguientes preguntas:

• ¿Cuál es la actitud del personaje?
• ¿Qué hace para superar esta situación?

A veces, la construcción de un personaje se desarrolla a través de la negación, es decir, tenemos más claro cómo no es un personaje que cómo es. Por lo tanto, podemos ayudarnos de esta técnica y plantear la pregunta a la inversa para descartar cómo no son nuestros personajes:

• ¿Qué reacción no tendrá?
• ¿Qué es lo que no haría nunca para superar esta situación?

Si reflexionáis, encontraréis las respuestas a estas preguntas y tendréis un perfil psicológico de cómo es el personaje que habéis construido. Así, podréis terminar de matizar su carácter y definir cómo reacciona ante los hechos que habéis planteado en vuestra historia.

Este ejercicio lo utilizan muchos guionistas profesionales para identificar las acciones y reacciones “naturales” de sus personajes. En el caso del Participa Méliès, como no hay diálogos y todo se basa en las acciones, esta práctica os será muy útil para determinar con precisión y acierto cómo van a reaccionar ante situaciones concretas y para tener clara su interpretación.

¡Vamos! ¿Os animáis a probarlo?