Lo ideal es que, en nuestro corto, no se note cuando se producen los cambios de planos para que la persona que lo está viendo se centre en la historia que le estamos narrando y no se despiste. Se cometen bastantes errores que influyen negativamente en este sentido y que solemos denominar “errores de montaje” aunque, como iremos descubriendo en las próximas semanas, la mayoría de ellos se producen en el momento del rodaje.
Estos fallos se hacen evidentes en el momento del montaje, cuando ya no podemos hacer nada, o casi nada, para resolverlos. Nuestro objetivo, con este post y con otros que publicaremos a lo largo de las próximas semanas, es facilitaros un conjunto de trucos para aprender a identificar esos fallos y mejorar vuestra técnica.
Para empezar, queremos hablar de la continuidad cinematográfica (el raccord), que es la relación de coherencia entre un plano y el siguiente en el montaje. La continuidad es un elemento fundamental para mantener la credibilidad de la narración cinematográfica y evitar que se rompa la ilusión de la secuencia que estamos viendo.
Uno de los errores de continuidad más comunes y más fáciles de evitar son los de puesta en escena, o errores de script, que se producen cuando modificamos accidentalmente uno de los elementos incluidos dentro del plano en una misma secuencia. Este error puede darse por un cambio de vestuario, de maquillaje, de decorados o de los propios actores y actrices.
En general, se producen cuando grabamos planos de una misma escena en diferentes momentos o días de rodaje. Luego, nos olvidamos de lo que habíamos rodado y modificamos algún elemento que rompe la continuidad de estos planos que en el montaje final serán consecutivos. Se trata de un error muy común que incluso cometen los profesionales en grandes producciones, aunque a veces ni siquiera se perciben. También hay personas que se dedican a recopilar estos fallos y publicarlos, como en este caso:
La mejor solución para evitarlos es planificar muy bien el rodaje: debemos tener muy claro dónde tiene que estar cada elemento y de qué manera dentro de los planos en cada momento.Tenemos que anotar todos estos detalles en una hoja y tomar fotos de los planos en el momento del rodaje, de modo que después podamos consultar este material fácilmente si tenemos alguna duda.
Durante le rodaje, esta tarea la realiza el script, que es la persona que lleva el control de cada toma que grabamos durante todo el rodaje. Por eso las hojas que se utilizan se denominan “hojas de script”. A menudo no tenemos en cuenta la importancia de esta figura y al planificar un rodaje no asignamos esta función a nadie cuando, en realidad, tiene un papel imprescindible. Su labor, además, sirve para facilitar el montaje, ya que a través de sus anotaciones tendremos claro cuáles son las mejores tomas y nos ahorraremos muchas horas de visionado de material grabado innecesario. El script también puede ayudar en la edición final de la película, para detectar y corregir posibles errores de continuidad.
Si, a pesar de todo, durante el montaje nos encontramos con el caso de tener que utilizar planos con errores de continuidad, existen algunas pequeñas soluciones: podemos intentar cambiar de planos en momentos en que este error no se visualice o pase bastante desapercibido, o bien, aguantar un plano determinado más tiempo del que teníamos previsto. Si el error es muy evidente, quizás tengamos que suprimir el cambio de plano.
Como veis, la continuidad es un elemento indispensable para dar coherencia a una película, aunque a veces también podemos utilizar los errores de continuidad en nuestro favor como elemento narrativo, como hace José Mota en este sketch:
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