Cuando trabajamos el cine y la creación audiovisual en el aula el proceso educativo que generamos es enorme: desde conocimientos técnicos y teóricos hasta prácticas creativas. Pero si hubiese que destacar un factor importantísimo de dicho proceso, sin duda sería el trabajo en equipo.
El cine es un arte que destaca por ser el resultado de un proceso creativo colectivo, en el que cada persona se convierte en un engranaje del mecanismo que da como resultado final la película.
Los niños y las niñas y los y las jóvenes que participan en la creación de una película identifican enseguida el proceso de trabajo que implica. Cuando escogen los roles de cada cual en el equipo aprenden la responsabilidad que corresponde a sus cargos dentro de la película y a esforzarse para llevar a cabo sus tareas de la mejor manera posible. Y más destacable si cabe: aprenden la importancia y la fuerza que tiene el equipo en su conjunto. Porque cuando falla o falta una pieza en una cadena, todo el engranaje sale perjudicado.
En este sentido, es especialmente recomendable que los alumnos y las alumnas vayan rotando en los roles técnicos y artísticos, para que puedan conocerlos y reflexionar sobre qué capacidades o qué responsabilidades están relacionadas con cada función. Esto les ayudará, de cara a futuros proyectos audiovisuales, a identificar qué rol prefieren dentro del equipo y por qué motivos. Al mismo tiempo, y ante todo, hará que valoren el trabajo de cada uno de los miembros del equipo y que descubran roles que suelen pasar más desapercibidos pero que pueden ser igual de creativos y decisivos para la película.